lunes, 25 de mayo de 2015

Materiales para preparar selectividad y comienzo de superclases sobre Marx y Nietzsche



Os enlazo algunos materiales para las clases que vamos a dar en próximos días, y para preparar la selectividad 
- Guía de lectura del texto de Marx 
- Tema de Nietzsche. 
- Guía de repaso + guía de términos definidos
- Ejemplo de examen.


Si queréis, también podéis leer el texto de Nietzsche (es una sola hoja y está en el documento TEXTOS PAU a la izquierda) y la guía de lectura correspondiente (en la carpeta GUÍAS DE LECTURA, también a la izquierda).


También tendréis entradas sobre Nietzsche.


Os propongo como primera cita el lunes 23, a las 10.30., en el aula de 2º G. Charlaremos un poco de selectividad, y leeremos y comentaremos el texto de Marx. Si alguien quiere pero no puede venir que lo diga. Sobra decir que podéis venir todos, independientemente de que lo que vayáis a hacer en selectividad

Real como la vida misma. La "metafísica antimetafísica" de Nietzsche.



Pese a su furiosa crítica a toda metafísica, Nietzsche también tiene, en cierto modo, la suya propia (lo confiese o no): una especie de "metafísica antimetafísica". Su concepción (o intuición) de la realidad  puede condensarse en torno a tres ideas: (1) la realidad es lo que parece; (2) la realidad es voluntad y poder; (3) la realidad es eterno retorno.

La realidad es lo que parece.
Según Nietzsche, desde Parménides y Platón los filósofos se han empeñado en hacernos creer que lo real está más allá de la "apariencia". El argumento favorito de estos filósofos es que lo que se nos aparece a los sentidos es imposible de "fotografiar" con la razón (se mueve demasiado), así que tiene que haber “otra” realidad, más quietecita (eterna, inmutable...), que sea la verdadera. 
Para Nietzsche esto no es un argumento, sino más bien la expresión de una necesidad psicológica: la de creer que el mundo está hecho a la medida de nuestra razón. ¿Por qué esta necesidad? Por otra, aún mayor, de seguridad y control. ¡Qué intranquilidad si el mundo no fuera racional y previsible!... Ahora bien, el precio a pagar por esta tranquilidad es el de adorar un cadáver exquisito (la falsa idea de un mundo racional) y, consecuentemente, el de convertirnos en unos zombis o muertos en vida...
Desvelado este ardid psicológico, no hay más remedio (ni más gozo) que afirmar que el único mundo es el que se nos aparece delante (sin dobles, sin ningún “más allá”, fenómeno puro). Y que eso que nos aparece es tal como parece: un continuo devenir, una guerra perpetua de contrarios (como decía el viejo Heráclito), una fuerza viva y ciega (como clamaba Schopenhauer), que se reproduce a sí misma sin principio ni final, sin causa ni objetivo, sin otra necesidad o razón que la de existir por existir...

La realidad es voluntad y poder.
Si esa grandiosa energía en movimiento que es la realidad tuviera voz y conciencia (digamos que su voz y conciencia sería Nietzsche), y le preguntáramos que por qué hace todo lo que hace, su respuesta sería esta: porque quiero
Y si le preguntáramos que por qué quiere respondería: porque sí, porque puedo, y porque lo quiero y bastaLa raíz última de la realidad es, así, pura voluntad, puro querer, sin otra causa o fin que sí mismo: querer por querer. Puro poder ciego. Voluntad de poder… 
No es extraño que algunos nazis sintieran atracción por este aspecto del pensamiento nietzschiano (aunque hay que añadir que Nietzsche no hubiera sentido lo mismo por ese rebaño de esclavos amantes del folklore patrio y del “querido líder” que eran los nazis).

La realidad es eterno retorno.
Si la realidad es pura voluntad de actuar, sin otra causa o fin que sí misma, sin principio ni final, en una eterna lucha de contrarios que se alternan, su devenir (su desarrollo) ha de ser circular, infinito, eterno... El tiempo lineal al que estamos acostumbrados, en el que se pasa de lo viejo a lo nuevo, en que se progresa desde este mundo al “otro” mejor y más verdadero, y en que se vende el presente como medio para el fin futuro… Todo ese tiempo de la historia es falso. ¿Por qué, si no, nunca vemos llegar ese “fin”?.. No hay más cera que la que arde, en ese eterno fuego que constantemente se apaga y se enciende y que es el mundo. Todo vuelve a suceder siempre igual. Eso es la realidad: una eterna danza circular. Un presente infinito que hay que aceptar con infinito amor y ante el que no cabe arrepentimiento alguno, pues en él todo está siempre volviendo a pasar...

Esta es otra forma, más divertida, de decirlo...

sábado, 23 de mayo de 2015

Una lección de dignidad.


Rubén Cuellar y Marta Mayo nos dieron ayer a todos, empezando por profesores y padres, una lección inolvidable de dignidad y madurez. Fueron elegidos para dar el discurso de graduación para padres, profesores y compañeros. Pero no les pareció adecuado el típico discurso, simpático y adulador, con el que usualmente se acababa mendigando unas décimas de nota a los profesores. Sin previo aviso, Ruben rompió a hablar de economía, de la desastrosa política de becas y de la desigualdad social que genera, y Marta hizo una crítica tan sensata como contundente de ese modelo de educación, memorístico y obsesionado con los exámenes, que produce zombies antes que personas creativas, críticas, lúcidas y amantes del conocimiento como, tan excepcionalmente, demuestran ser ellos. En ninguna otra graduación me he sentido tan orgulloso de mis alumnos (de todos, porque que muchos de ellos hubieran hecho lo mismo que Rubén y Marta), y en ninguna he visto esta exhibición real de mayoría de edad (la de verdad, la kantiana, no la de las corbatas y los vestidos de puesta de largo). A ver quién dice ahora que somos unos ingenuos y que no hay razones para la esperanza.  

martes, 19 de mayo de 2015

Nietzsche, el filósofo más punk.

La filosofía de Friedrich Nietzsche es un pozo inagotable, aunque en cada litro de sabiduría que se saca de él encontramos siempre un porcentaje, mayor o menor, de los siguientes componentes químico-ideológicos:

1. Vitalismo apasionado.

2. Crítica feroz de la civilización occidental.
3. Humanismo trágico. Nihilismo y muerte de Dios.
4. Voluntad de poder.

Son los mismos componentes del pensamiento más punk:

1. ¡Vive a tope! ¡La vida es una droga dura!...
2. ¡La sociedad es una mierda! ¡¡Destruye!!
3. ¡No existe el futuro! ¡No hay un sentido "más allá": la vida misma, ciega, irracional, es el sentido! ¡Carpe diem
4. ¡Haz de verdad lo que quieras! ¡¡ Crea, impón tu voluntad, vive, baila, goza, sufre, vive sin esconderte detrás de los razonamientos!! La filosofía no es más que otra forma de tener miedo...

Claro está que Nietzsche pensó en todo esto mucho más, para algo era un filósofo. Tomemos un aperitivo de sus ideas (les daremos más consistencia en próximas entradas):

La mayoría de los filósofos están equivocados. Lo más real de la realidad no es la Idea, ni Dios, ni el Sujeto trascendental, ni la Historia… Lo más real es la Vida, la de cada cual. La vida como parte de este estallido ciego, sin sentido, que es el Mundo. La realidad es materia en movimiento, sin otro fin que existir, porque sí, por pura voluntad de existir
La vida ha de ser entonces entrega igualmente ciega y apasionada a esa danza salvaje que es la realidad. Vivir por vivir, diciendo a todo, con todas las consecuencias, dolorosas y placenteras. Vivir como Dionisos, el dios borracho de los griegos, sin freno, sin la carga de la tradición, ni la promesa de ningún futuro, pues solo existe el instante repetido, rítmico como un latido. Hay que vivir poseídos por el espíritu libre y embriagador de la música...


La civilización occidental es una inmensa estafa desde Sócrates y Platón (y, sobre todo, desde ese platonismo para pobres que es el cristianismo). La filosofía, la ciencia, la religión, la moral tradicional… Todo ha sido un intento de negar cobardemente la Vida, de ocultar la realidad tras ese “más allá” de las ilusiones metafísicas, científicas y religiosas, de castrar nuestros más auténticos deseos con el cepo de la moral del sacrificio, el miedo y la culpa… 

Pero todo ha sido en vano. Dios ha muerto. Dios son todas las ilusiones, los falsos valores con los que hemos sido engañados, negados, castrados. Todo eso se desvanece en nuestra época. La propia filosofía y la ciencia no pueden ocultar por más tiempo que el mundo no es racional, que la realidad y la vida humana carecen de finalidad y de un sentido que quepa encerrar en conceptos. Esto es nihilismo. La vida es así: trágica, una lucha inútil, solitaria, pero heroica y bella, por dotar de sentido a lo que no lo tiene...

Y sin embargo el nihilismo es también libertad, posibilidad de valores nuevos sobre las ruinas de una civilización que nació muerta. Nietzsche mismo se ofrece como profeta de lo porvenir: una raza de superhombres creadores de si mismos, fundadores de valores que expresen lo único realmente cierto y bello: el brutal deseo de sí que es la vida, la suprema voluntad de poder


Esto y mucho más es Nietzche. De postre podéis echarle un ojo a este video, si es que no preferís correr a bailar bajo la luna, armados del martillo de aporrear conceptos, y a los sones de la música de Wagner... (O correr a las calles, armados con un spray de pintura, y con la música a todo volumen tronando en las orejas...). Aquí tenéis, también, uno de nuestros programas de radio, en el que el Doctor Nietzsche analiza clínicamente la condición del hombre contemporáneo. Y aquí otro, en el que se presenta la famosa distinción nietzscheana entre lo apolineo y lo dionisíaco



El examen final y otros asuntos.


Todos los alumnos que aparecen en esta lista pueden presentarse al examen final ordinario de la asignatura para recuperar aquellos trimestres aún no superados (y que se indican junto al nombre de cada alumno).

El examen final se celebrará el próximo viernes 22 de mayo, de 8.30 a 10.30 en la sala de exámenes. Constará de tres partes, una por cada trimestre, y en cada una de ellas habrá un breve texto para comentar y una o dos preguntas de contenido. Cada alumno hará solo la parte correspondiente al trimestre no superado.

Os recuerdo los textos y contenidos de cada trimestre.
1º: Temas 1 a 4. Texto de Platón.
2º: Temas 5 a 12. Texto de Kant.
3º: Temas 13 y 14. Texto de Marx.

* Las calificaciones del tercer trimestre, junto a los exámenes, están a vuestra disposición el martes 19 desde las 8.30. en 2º A. (Si me da tiempo las subiré a Rayuela, pero no os lo puedo garantizar. Si a alguien le viene muy mal acercarse al instituto me puede mandar un correo -filosofiavictor@gmail.com- y le contestaré con la nota cuando pueda). 

* Otro asunto: todos los que queráis seguir con el curso (especialmente aquellos que hayan elegido Historia de la filosofía en selectividad) estamos citados el jueves 21, después del recreo, en 2A. Si alguno no puede venir pero está interesado que me lo diga a través del correo.  



Ánimo a todos!!

sábado, 9 de mayo de 2015

Cómo hacer un examen de filosofía (3er. trimestre).

A continuación, os doy información y algunos consejos para hacer bien el examen de Historia de la filosofía, según el modelo de las P.A.U., y aplicándolo a los contenidos del tercer trimestre.

CONSEJOS PARA TODO EL EXAMEN.

Distribuye el tiempo y el espacio del papel. Da prioridad a las preguntas primera y última (valen más).

Antes de empezar a responder a cada pregunta piensa y haz un breve esquema (en un papel en sucio que se te proporcione) de todo lo que quieres decir (pero no ocupes más de unos minutos en ello).

Cuida la expresión, la ortografía, los signos de puntuación, la claridad de la letra y la presentación.

Evita el lenguaje coloquial, no abuses de los ejemplos, evita juicios de valor y frases rotundas sobre lo que dicen los autores.

Ten cuidado con los hechos y datos históricos, así como con los nombres y términos técnicos. Si no recuerdas bien un dato, término o nombre, no los pongas (mejor una ausencia que una metedura de pata).

Evita los esquemas, los dibujos, las frases sueltas. Las respuestas tienen que ser una redacción bien compuesta, con su principio, su desarrollo y su conclusión.

EL COMENTARIO DE TEXTO (hasta 3 puntos)

Ten en cuenta los siguientes pasos: (1) Presenta muy brevemente la obra y el autor a los que pertenece el fragmento (puedes ver esto en la Guia de Lectura); (2) analiza el significado de los términos subrayados, en relación con la filosofía del autor; y (3) comenta el sentido del texto indicando lo que nos quiere decir en él el autor, poniéndolo en relación con su filosofía. [La parte (2) puede estar integrada en la parte (3)]

Todo lo que digas tiene que tener relación con lo que dice el texto que aparece en el examen (según lo interpretas tú). Es muy recomendable que cites partes del texto (poniendo la cita entre comillas), para mostrar a qué te estás refiriendo en tu comentario. En cualquier caso NO vale ponerse a escribir sobre la filosofía del autor olvidándonos del texto.



LA PREGUNTA TEÓRICA (hasta 2 puntos)

Contesta a lo que se te pregunta (ve al grano). Procura citar todas las cosas importantes del tema que se te plantea, y hacerlo de forma equilibrada (no unas muchas y otras muy poco).

En el caso del tercer trimestre, la pregunta teórica puede referirse a uno o varios de entre estos asuntos:

El idealismo trascendental de Kant.
- Sensibilidad, entendimiento y razón.
- La posibilidad de la metafísica como ciencia.
- Crítica de Kant a las éticas materiales.
- La ética formal kantiana.
- El imperativo categórico y su formulación.
- Los postulados de la razón práctica.
- La filosofía de la historia (la idea de progreso; la paz perpetua).

EL CONTEXTO HISTÓRICO (hasta dos puntos)

Se preciso con las fechas, nombres, datos, etc. (si no estás seguro, no los pongas). 

Tienes un modelo de respuesta en la Guía de lectura.

No olvides los mínimos establecidos para cada autor (de una manera u otra, en el orden que quieras, tienes que mencionarlos en la respuesta). Para Marx son:
- La revolución industrial y el capitalismo.
- La lucha entre la burguesía conservadora (y los sectores tradicionales) y la burguesía democrática (y los sectores obreros, socialistas, etc.). Los movimientos revolucionarios del s. XIX (1830, 1848, 1871).
La Revolución francesa y las campañas napoleónicas que reconstruyen el mapa político de Europa; la aparición de los nacionalismos.
-  El Socialismo utópico. Los precedentes filosóficos de Marx: Hegel y la “izquierda hegeliana” (Feuerbach). Las corrientes teóricas del liberalismo económico de A. Smith o D. Ricardo.

EL TEMA Y LOS DOS FILÓSOFOS (hasta tres puntos).

Escoge dos filósofos (o corrientes filosóficas) que traten del tema que se te indica. Si te sobra tiempo puedes añadir uno más (pero nunca más de tres).

Expón el pensamiento de los filósofos elegidos con toda la profundidad que puedas, y siempre en relación al tema que se te propone. Para cada uno escribe un texto. No valen frases sueltas ni exposiciones "telegráficas". 

No vale en ningún caso utilizar al autor del texto como uno de esos dos o tres filósofos. No hace falta que compares a los autores que has escogido con el autor del texto.

Para el tercer trimestre, las preguntas pueden ser estas: 

- Explique cómo ha sido abordado el tema del cambio social y político en otros dos autores que haya estudiado. Podéis usar (por ejemplo) a Platón (el cambio mediante la educación); a los filósofos contractualistas (el cambio mediante un pacto social); Kant (el cambio mediante la restricción de la libertad civil y el fomento de la libertad espiritual)...
- Explique cómo ha sido abordado el tema del gobierno o el Estado en otros dos autores que haya estudiado. Podéis usar (por ejemplo) a Platón, Aristóteles, la filosofía medieval, las teorías contractualistas (un solo autor si se profundiza en él, o los tres si se presenta la teoría en general), Kant (su teoría política, la que vimos al tratar del texto sobre la Ilustración)...




jueves, 7 de mayo de 2015

¿Qué hay de la lucha de clases?



El materialismo histórico describe la sociedad como un todo en movimiento. No solo la infraestructura y la superestructura están influyendo constantemente la una en la otra, sino que también el conjunto de ambas va transformándose a lo largo de la historia. En otras palabras: las sociedades cambian. El esclavismo de la antigüedad da paso al feudalismo medieval que da paso a su vez al antiguo régimen y éste a la sociedad burguesa y capitalista, y éste, según Marx, dará paso a la sociedad comunista… Y el motor de todo este cambio es la lucha de clases… 

Para explicar la lucha de clases Marx utiliza una teoría hegeliana (Hegel es un filósofo anterior a Marx y que influyó mucho en él, aunque Marx lo criticara constantemente). Esta teoría se llama “dialéctica”. Hegel la usaba para explicar el desarrollo del Espíritu o Idea, que, según él, era lo verdaderamente real, hasta el punto de que la naturaleza y la historia eran no más que manifestaciones temporales de ese Espíritu. 
Marx adopta el “mecanismo” de la dialéctica hegeliana, consistente en un proceso de tres fases: tesis (lo dado, el momento inicial), antítesis (negación de lo anterior), y síntesis (resolución del conflicto); pero lo aplica a la historia, no al Espíritu (para Marx, que es un filósofo materialista, no existe tal cosa como el “Espíritu”).

Según la teoría dialéctica de Marx la historia va cambiando siempre de la misma manera: se parte de una situación histórica dada (esta sería la “tesis”); pero esta situación envuelve en sí misma una serie de contradicciones que al cabo del tiempo estallan y acaban con la situación del principio (a esta fase se le llama “antítesis”); finalmente se origina una nueva situación temporalmente estable (a la que se llama “síntesis”), pero que encierra en su seno nuevas contradicciones, con lo que el ciclo vuelve a comenzar. 
Lo que mueve, así, la historia humana es la contradicción que, para Marx, consiste fundamentalmente en la oposición entre clases sociales con intereses enfrentados, es decir: la lucha de clases. Veamos esto con más detalle.

Cada situación histórica (la sociedad feudal, la sociedad burguesa, etc.) se caracteriza, sobre todo, por su infraestructura y, en ella, por la tensión entre las clases sociales, cuyo estatus es siempre desigual (unas poseen las fuerzas de producción y otras no, unas dominan y otras son dominadas…). Durante un tiempo esta tensión se mantiene bajo control (la fortaleza del sistema político y la influencia de la ideología son factores determinantes para que exista esta estabilidad). 
Pero tarde o temprano, por intervención de factores nuevos, o por aumento insostenible de la tensión, estalla el conflicto. Fruto del mismo es la transformación revolucionaria de toda la sociedad (o bien el hundimiento conjunto de las clases enfrentadas).

Pensemos en la sociedad feudal, por ejemplo. En ésta encontramos una compleja estructura social, pero en toda esta estructura hay un grupo social dominante (la nobleza, el alto clero) y un grupo social dominado (los siervos, el campesinado en general, los artesanos y comerciantes de las ciudades). Estos dos grupos mantienen intereses totalmente antagónicos, pero este antagonismo se mantiene bajo control hasta que, enriquecidos por el comercio colonial, algunos de entre los dominados (la burguesía) empiezan a acumular poder e influencia económica y, por consiguiente, a exigir un cambio social. 
Durante el siglo XVIII y principios del XIX la contradicción que supone que la clase dominante (la nobleza) carezca del poder económico de la dominada (la burguesía) hace estallar finalmente el conflicto (las revoluciones burguesas) por el que es eliminada la sociedad feudal (antítesis). El resultado es la instauración de una nueva sociedad liderada por la burguesía (esta es la síntesis). Aunque en ella, afirma Marx, sigue latiendo la lucha de clases, esta vez entre la gran burguesía industrial (que es ahora la clase dominante) y el proletariado o clase obrera (que es ahora la clase dominada). Este nuevo antagonismo, anticipa Marx, dará lugar, con el tiempo, a la destrucción de la sociedad burguesa y capitalista…


¿Tenía razón Marx? A todas luces la profecía marxista, siglo y medio después del Manifiesto comunista, no se ha cumplido. ¿Qué creéis que pudo haber fallado en el análisis de Marx?

domingo, 3 de mayo de 2015

Cómo armar una sociedad: infraestructura y superestructura.

Según Marx, el pensamiento, las creencias, el arte, las leyes... la cultura toda es un producto histórico. Mejor dicho: es un producto del sistema económico y social de cada cultura y época concreta. 

A esta teoría se le llama "materialismo histórico", pues supone que todo lo que produce históricamente el hombre está en función de la base material o económica.

Al sistema económico y social le llaman los marxistas "infraestructura". Esta infraestructura determina con qué fuerzas productivas cuenta una sociedad (con qué materias primas, tierras, fábricas, trabajadores, capital, etc.) y, sobre todo, cómo se relaciona la gente con estas fuerzas productivas (quiénes las poseen, quiénes se limitan a trabajar, cómo se organiza el trabajo...), es decir, cuáles son las clases sociales (propietarios, trabajadores...).

Todos los demás elementos que componen una sociedad (la política, las costumbres, la religión, etc.) dependen, según Marx, de la infraestructura económica y social, y tienen la importante función de legitimar y justificar dicha infraestructura. A estos elementos políticos e ideológicos (costumbres, creencias, ideas, etc.) se les denomina "superestructura".


La superestructura política (el sistema de gobierno, el derecho, la policía, etc.) tiene la función de dar cobertura institucional al orden social y económico, estableciendo las leyes apropiadas para que dicho orden se mantenga. 

La superestructura ideológica comprende muchas cosas: la moral y las costumbres, los ritos y fiestas, la educación, el arte, las creencias religiosas, incluso la ciencia... y la filosofía (entendida de cierto modo). Su misión es justificar y convencer a la gente de la validez y necesidad del orden social establecido, desactivando las ideas y conductas contrarias al mismo (ocultando, para ello, las contradicciones y tensiones inherentes a dicho sistema). 


Veamos algunos ejemplos

En la sociedad feudal, la infraestructura determinaba que la propiedad de las fuerzas productivas (que era, sobre todo, la tierra y los siervos) está adscrita a la nobleza y el alto clero. Las relaciones de producción eran claramente desiguales, de manera que unos pocos (los propietarios de la tierra) vivían del trabajo de otros (los campesinos), dándose así dos clases sociales bien diferenciadas.

En cuanto a la superestructura, la sociedad feudal se caracteriza por la filosofía y la religión cristiana, el arte medieval, la monarquía absoluta y muchos otros... Todos estos elementos servían para justificar y legitimar el modo de producción y el orden social feudalista. 

Así, la idea de un Dios único y todopoderoso que gobernaba el mundo servía para justificar la monarquía absoluta (en la que una única persona, el rey, gobernaba a todos). La monarquía imponía leyes que, a su vez, protegían e institucionalizaban la diferencia social entre señores y siervos y el modo de producción imperante. La ideología medieval servía, además, para desactivar las tensiones sociales y evitar rebeliones, inculcando la idea del origen divino de la estructura social y política, y la reparación de las injusticias en "otro mundo" (en el Reino de Dios). 


En la sociedad capitalista (que es lo que más interesa a Marx), la propietaria de las fuerzas productivas es la burguesía, y las relaciones de producción son  también de dominación y explotación de una clase (los proletarios) por la otra (la burguesía).

Los obreros, dueños tan solo de su fuerza de trabajo, la venden al burgués por una cantidad menor a la de los beneficios que se obtienen de ella (a la diferencia entre el salario y el beneficio que obtiene el burgués le llama Marx "plusvalía").

De otro lado, la ideología burguesa cumple la función de justificar el orden social capitalista y burgués. La filosofía de Hegel, por ejemplo, afirma que el Estado moderno es la "realización" política de la Razón, con lo que no cabe oponerse racionalmente a él (aunque en realidad ese Estado no hace, según Marx, sino representar los intereses económicos de la burguesía dominante). 

La mentalidad o ideología moderna alienta también la libertad individual y hace a cada individuo responsable de su situación económica, cuando en realidad esto es incierto, pues los obreros, en cuanto desposeídos de la propiedad de los medios productivos, carecen de casi toda posibilidad de liberarse de su situación.

Más aún, la cultura burguesa, con su arte amable y, diríamos hoy, con toda la inmensa industria del entretenimiento cultural, procura que los obreros permanezcan ajenos e inconscientes de su situación, generando la necesaria conformidad para que la "máquina" capitalista siga funcionando...